21 de noviembre de 2019

In Memoriam - Perla Puterman Szomstein





Hace ya un año, el 10/11/2018, nos dejó físicamente nuestra amiga Perla Puterman Szomstein, después de una larga y dura lucha contra el cáncer.
Perla, fundadora y moderadora del Foro Iberoamericano de Responsabilidad Social, Ingeniero, consultora empresarial y experta internacional en Normas ISO e ISO 26.000, fue siempre una colaboradora comprometida de esta casa y una de las twitteras más destacadas en los temas de la Responsabilidad Social Empresarial RSE, en donde desarrolló un importante espacio como @FRSIberomerica.


                   

Hablar sobre Perla es referirnos, necesariamente, a sus excelentes condiciones humanas que tanto le distinguieron a nivel personal, profesional y laboral, haciendo de ella una persona y amiga realmente especial e incondicional, a quien extrañaremos siempre en nuestro mundo de la RSE, hoy entristecido por la ausencia de sus muy característicos #RSEChat.

En su memoria nos permitimos reproducir en este post la entrevista que nos concediera el 14/05/2014 en Café Responsable, conversando de una manera franca, directa y agradable sobre temas medulares de la RSE que aún hoy mantienen su vigencia.

¡Gracias por tanto amiga y que Dios te bendiga siempre!


Perla Puterman en Café Responsable...
El café virtual de la RSE

                           
Compartir un café es sinónimo de pasar un momento agradable, de intercambiar ideas, proyectos e iniciativas o de hacer un alto para la reflexión y el descanso... por ello, que mejor manera de celebrar el quinto aniversario de Gerencia y Cambio que disfrutar de una taza de café y una amena conversación con una invitada de excepción: Perla Puterman, fundadora y directora del Foro Iberoamericano de Responsabilidad Social, quien además de ser una referencia obligada a nivel internacional sobre el desarrollo de la responsabilidad social y, en especial, sobre la Norma ISO 26000, se ha distinguido de manera muy especial por su entrega y compromiso a la noble labor de construir una mejor sociedad, mucho más responsable, justa e inclusiva. 

GCO: Bienvenida Perla, es un honor para nosotros el tenerte en casa.

PP: ¡Gracias Luis!… y felicitaciones por estos primeros cinco años de éxitos y de arduo trabajo al frente de Gerencia y Cambio.

GCO: El Foro de Responsabilidad Social Iberoamericana cumplió diez años promoviendo esfuerzos y sumando voluntades para lograr el cambio a través de la responsabilidad social; diez años de trabajo ininterrumpido, de avances y retrocesos, de empeño, constancia y, sobre todo, de mucha persistencia, para convertirse hoy en una referencia obligada a nivel internacional. ¿Cómo resumirías esta década de compromiso personal con un proyecto tan apasionante?, ¿cuáles consideras que han sido los momentos o las etapas más críticas del Foro?, ¿qué satisfacciones te ha generado?

PP: Primero que todo, el Foro me obligó a buscar, leer y estudiar sobre el tema de responsabilidad social, lo cual me permitió aprender cada día más hasta enamorarme del mismo.  En segundo lugar, me permitió conocer a un grupo valioso de personajes de la responsabilidad social, e hizo que estas personas a su vez me conocieran a mí, aunque nunca me hubieran visto (a manera de anécdota, cada vez que conocía a alguno de los miembros en persona les preguntaba… ¡a que no sabes quién soy yo!), mientras que a otros apenas los conocía, les invitaba a formar parte del Foro y, tercero, me sirvió de base para consolidar mi participación en el proceso de desarrollo de la Norma ISO 26000.

GCO: ¿Cómo definirías, en el entorno actual, la responsabilidad social?

PP: A nivel de empresa como un tema complejo, las empresas no logran entender lo que realmente es la responsabilidad social y la confunden con filantropía o acción social, quitando el término "responsabilidad", el cual es el correcto de acuerdo a su definición. No es que la filantropía no sea necesaria, y más hoy en día, el tema es que no es solo filantropía.

A nivel de conceptos, cada día inventan uno nuevo y yo definitivamente creo que es porque no han entendido el verdadero valor de la responsabilidad social.

A nivel personal me parece un entorno demasiado competitivo, para mí que vengo del mundo de la calidad me ha llamado mucho la atención el protagonismo que algunos (por no decir que muchos) quieren tener en el tema, y me refiero no solo a personas sino a instituciones, pareciera que existe una competencia feroz y que todo el mundo quiere destacar a costa de la misma responsabilidad social, como siempre digo, hay que sumaRSE y no restaRSE, y eso es muy triste. No hay nada más bonito que la cooperación y la suma de conocimientos y voluntades.

GCO: En uno de tus post más recientes hacías una reflexión de mucho valor, que compartimos plenamente, sobre cómo debemos asumir nuestra responsabilidad social individual como personas, como ciudadanos y como profesionales. ¿Crees realmente que se está asumiendo dicha responsabilidad?, sobre todo en sociedades como la venezolana en donde la tolerancia, la coexistencia y el respeto, aspectos medulares para la convivencia, parecieran haber sido dejados a un lado para dar paso al conflicto social permanente.

PP: Para nada, creo que estamos siendo indiferentes ante lo que está ocurriendo frente a nuestros ojos, y eso nos convierte en cómplices, porque como siempre digo: el que calla otorga y el que otorga es cómplice. 

Por otra parte, nuestro deber como seres humanos es respetar a nuestros semejantes, sus costumbres, culturas, razas, preferencias sexuales y, sobre todo, su integridad, del mismo modo, debemos respetar a nuestros semejantes, no importa el color del partido político con el cual simpaticemos, siempre seremos “seres humanos” por sobre todas las cosas y como tal  debemos respetarnos los unos a los otros.  Eso no está ocurriendo en Venezuela, cada día crece más el odio fomentado por una política de separatismo este-oeste (oposición-partidarios de gobierno) nunca vista en nuestro país. Otro ejemplo, son las cosas que están pasando en Siria ante los ojos del mundo y en otros tantos países y nadie hace nada.

GCO: En una oportunidad señalaste que vivías en un "largo auto-exilio del mundo de la RSE", ¿a qué te referías con ello?

PP: Durante año y medio estuve dedicada a un Proyecto de la Unión Europea para desarrollar el Sistema Nacional de Calidad de El Salvador (lo que hicimos un grupo de visionarios en el año 1975 en Venezuela) y con un horario restringido, además de mis compromisos laborales, tuve que retomar las Normas ISO sobre Gestión de Calidad y abandonar un poco mi amada ISO 26000 y documentos relacionados, así como la participación en eventos relacionados con el tema.  Solo en dos oportunidades me pude escapar, una al VI Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables organizado por el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) en la ciudad de México, en 2012, y a la reunión de la ISO 26000 en noviembre del mismo año.

GCO: A lo largo de nuestra vida personal, profesional y laboral nos enfrentamos continuamente a complejas situaciones de cambio que requieren de nosotros una especial capacidad de adaptación para mejorar y adecuarnos a los nuevos retos. ¿Cómo ha asumido Perla Puterman este proceso de cambio?

PP: Buena pregunta, yo creo que mi vida ha estado llena de retos, el primero fue ser mujer e ingeniero, lo cual no era sencillo hace 40 años, el segundo reto fue ser madre, nadie nace aprendido y más cuando tienes que asumir un doble rol. Pero el mayor reto ha sido la superación personal, el levantarme cada día y dar gracias a Dios por una nueva oportunidad, y por eso mi frase favorita y de mi inspiración… "¡cada día sale el sol, lo importante es vivir para verlo!."

GCO: Perla, háblanos un poco de la Norma ISO 26000, de tu experiencia como miembro experto del grupo de trabajo de la ISO involucrado en su redacción, así como de tus expectativas con relación a la norma y su impacto para el fomento de un mundo mucho más sostenible.

PP: Tuve la fortuna de haber participado durante los ocho años que duró su estudio, tanto como moderadora de los países en desarrollo como representante del grupo industria de los países en desarrollo ante el CAG (Comité Asesor a la Presidencia del Grupo ISO/WG/SR), durante ese tiempo pude compartir muchas experiencias enriquecedoras y fue mucho lo que aprendí de las diversas culturas, costumbres y sobre todo del comportamiento humano y de las sociedades que conforman nuestro mundo, muchas de las cuales no comparto, pero que me permitieron conocer las distintas realidades (en especial las relativas a igualdad de género y orientación sexual).

Uno de los temas que más me apasionó e impactó fue el de los derechos humanos, primero por lo novedoso para mí, digo novedoso porque a pesar de escuchar hablar durante muchos años, pensaba que era un tema que sólo le afectaba a los gobiernos y lo veía como algo muy lejos de las personas. Pero a través del compartir aprendí que es un tema de todos y que definitivamente está muy relacionado con las prácticas laborales y, por supuesto, con las empresas, sin que nosotros escapemos de estas realidades.  Otro aspecto que me impactó fue lo difícil que fue (y yo diría que es) lograr un consenso en la definición de la responsabilidad social, poner de acuerdo a 450 personas de diferentes grupos de interés (gobiernos, consumidores, industria, ONGs, consultores, organismos nacionales de normalización, trabajadores, universidades, investigadores, etc.), sumado a que cada uno de estos grupos estaban formados por personas de diferentes nacionalidades, regiones, continentes, con diferentes culturas, profesiones, costumbres,  y por ende diferentes sociedades.

GCO: ¿Cómo ves el futuro de la ISO 26000 y cómo coexistirá con otros enfoques metodológicos como la Guía G4 del GRI, por ejemplo?

PP: Si bien es cierto, que la Norma ha contribuido a la responsabilidad social, y ha significado un logro enorme en materia de responsabilidad, definitivamente su adopción y aplicación no ha sido del todo uniforme y no ha tenido los resultados esperados, a pesar de ser una de las normas más populares y más vendidas por la ISO.  Por otra parte, el hecho de no ser certificable ha disminuido el interés por parte de muchos de los usuarios, quienes erróneamente consideran que una certificación aumentaría su prestigio creando la imagen de empresa “socialmente responsable”, muy a pesar de lo suscrito por la misma ISO.

Por otra parte, la ISO 26000, se complementa con otros instrumentos e iniciativas relacionadas con la responsabilidad social, tales como el Pacto Global, la OCDE y la Iniciativa de Reporte Global GRI con su GRI 4. 

¿Su futuro? Está por verse después de la primera revisión que espero mantenga su carácter de Guía y no de requisitos para certificación.

GCO: ¿Cómo podemos promover una gestión realmente sustentable en la cadena de valor de una organización?

PP: A través del desarrollo de los proveedores, por ejemplo, una organización puede influir sobre otras organizaciones, mediante sus decisiones sobre adquisiciones y compras. El tema del Medio Ambiente, Derechos Humanos y Prácticas Laborales, por ejemplo, esa podría ser una exigencia en la selección y contratación de proveedores y, en caso de que la empresa proveedora no tuviera la capacidad de hacerlo, esa sería una buena oportunidad para que las empresas más grandes apoyen a las PYMES, contribuyendo así al desarrollo de la sociedad. El apartado 6.6.6, Asunto 4, sobre prácticas justas de operación: promover la responsabilidad social en la cadena de valor de la ISO 26000, es un buen punto de referencia.

GCO: Desde hace algún tiempo hemos notado, con preocupación, cómo la conversación sobre RSE en las redes sociales se ha convertido en una suerte de "feria de las vanidades", en donde pareciera que lo más importante es la figuración personal de los "promotores" de RSE o el medir cuanta "influencia" tienen dentro de los rankings semanales como el Top 200 RSE, olvidándose de que su verdadero papel en las redes es el de ser agentes facilitadores de cambio para lograr, a través de la responsabilidad social, una mejor sociedad, mucho más justa e inclusiva. En tu criterio, ¿a qué se debe este comportamiento?, ¿realmente somos o sólo aparentamos ser responsables?, ¿qué recomendarías a los actores de la comunidad RSE 2.0 para lograr un cambio de actitud?

PP: Como titulé un reciente artículo, lo importante no es SOLO serlo... ¡es parecerlo!

Yo creo en que no son todos los que están y no están todos los que son, la verdad a mí me tienen sin cuidado los rankings, en un principio me pareció atractivo pero luego, cuando empezaron las discusiones de que si son influyentes o no, me empezó a fastidiar el tema, y te comento que ya lo chequeo muy de vez en cuando, cuando hay RSEchat, por ejemplo, he notado que subo, cuando estoy de viaje o indispuesta bajo… pero eso no quiere decir que influyo o no… para mi influir es cuando te leen, difunden tus artículos y te hacen RT porque creen en lo que dices y les gusta.

¿Mi recomendación? Es que dejen de considerarse los dueños únicos de la RSE y que sean más humildes en sus apreciaciones, escuchando a las generaciones que surgen,  y apoyándose y complementándose, creo que hay espacio para todos en la RSE.

GCO: ¿Cómo visualizas el escenario de la RSE, la sostenibilidad y el liderazgo socialmente responsable para los próximos años?

PP: Casualmente en el VII Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables organizado por el Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI) en la ciudad de México, tuve la oportunidad de participar en un Panel sobre “El nuevo perfil de la Empresa Socialmente Responsable”, integrado además de mi persona por Eduardo Shaw, Director Ejecutivo de DERES Uruguay, Hugo Vergara, Consultor, y Jorge Villalobos, Presidente Ejecutivo de CEMEFI y moderado magistralmente por Italo Pizzolante, discutíamos ese tema, y todos coincidimos en que la responsabilidad social debe cruzar tangencialmente la organización, no puede estar separada de la estrategia de la organización, sino que debe partir de ella, esto sumado a políticas y objetivos claros en la materia, todo esto solo se logra cuando la más alta autoridad de la organización y la alta gerencia se comprometen en ello, mientras tanto hablaremos de programas de responsabilidad social de la empresa y no de la “empresa socialmente responsable.”


10 de marzo de 2015

El 8º Hábito de Stephen Covey: De la efectividad a la grandeza



  • Recientemente releíamos "El 8º Hábito: De la efectividad a la grandeza", de Stephen R. Covey (2005. Ediciones Paidos Ibérica. ISBN 978-8449317101, pp. 470), el cual complementa y cierra el ciclo iniciado en 1989 con "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva", sin duda todo un clásico de la literatura motivacional contemporánea, que apunta hacia el autoconocimiento de nuestras capacidades para lograr el éxito en todo proceso de cambio. De esta lectura, que se mantendrá como parte del legado de Covey tras su partida en 2012, nos permitimos compartir algunos fragmentos que consideramos de gran interés: 

  • ▶️  Muchos se han preguntado si "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva" siguen siendo válidos en la nueva realidad de hoy. "Mi respuesta siempre es la misma: cuanto mayor es el cambio y cuanto más difíciles son los retos, más válidos son. Y es que los siete hábitos se refieren a ser altamente efectivos. Representan una completa estructura de principios universales y eternos del carácter y la efectividad del ser humano." (p. 18)
  • "Los siete hábitos de la gente altamente efectiva encarnan la esencia de convertirse en una persona equilibrada, integrada y fuerte, y crear un equipo complementario basado en el respeto mutuo. Son los principios del carácter personal." (p. 175)

▶️  El octavo hábito consiste en encontrar la voz del espíritu humano, que está lleno de esperanza, de inteligencia, que es fuerte por naturaleza y dispone de un potencial inagotable para servir al bien común, e inspirar a los demás para que encuentren la suya propia. 


Esa voz es de relevancia personal única, que se manifiesta cuando nos enfrentamos a nuestros mayores desafíos y nos hace estar a su altura; se encuentra en la intersección entre el talento (nuestros dones y puntos fuertes naturales), la pasión (las cosas que nos infunden vigor, que nos apasionan, nos motivan e inspiran de una manera natural), la necesidad (incluyendo lo que necesita el mundo) y la conciencia (esa vocecita interior que nos dice qué está bien y que nos impulsa a hacerlo). (pp. 19-20) 


▶️"La mayoría de las personas conciben el liderazgo como una posición y, en consecuencia, no se ven a sí mismas como líderes. Hacer del liderazgo personal una elección es como tener la libertad de tocar el piano. Es una libertad que se debe ganar: sólo así puede convertirse el liderazgo en una elección." (p. 32)

▶️  "Todo el mundo elige uno de dos caminos en la vida: jóvenes y viejos, ricos y pobres, hombres y mujeres por igual. Uno es el camino amplio y muy transitado hacia la mediocridad, el otro es el camino hacia la grandeza y el sentido. La gama de posibilidades existentes entre estos dos destinos es tan amplia como la diversidad de dones y personalidades de la estirpe humana. Pero el contraste entre los dos destinos es como el que hay entre el día y la noche... Hay una palabra que expresa el camino hacia la grandeza: Voz. Quienes siguen este camino hallan su voz e inspiran a los demás para que hallen la suya. Los otros nunca lo hacen." (p. 43)

▶️  "Cuando la conciencia gobierna la visión, la disciplina y la pasión, el liderazgo perdura y cambia el mundo para bien... Si la conciencia no gobierna la visión, la disciplina y la pasión, el liderazgo no perdura y tampoco perduran las instituciones creadas por él. En otras palabras, la autoridad formal no surte efecto sin la autoridad moral." (p. 86)

▶️ "El liderazgo consiste en transmitir a las personas su valía de un modo tan claro que éstas acaben viéndola en sí mismas." (p. 116)

▶️  Los cuatro roles del liderazgo no son más que cuatro cualidades de liderazgo personal, que adoptan una forma acentuada en una organización: 1) Conciencia: modelar, dar buen ejemplo; 2) visión: encontrar caminos, determinar conjuntamente el rumbo; 3) disciplina: construir y administrar sistemas para no desviarse del rumbo, y 4) pasión: concentrar el talento en los resultados, no en los métodos. (pp. 133-134)

▶️  ¿Cómo puede una persona convertirse en líder de su jefe?

"Conviértase en una luz, no en un juez. Conviértase en un modelo, no en un crítico. Póngase a trabajar dentro del propio círculo de influencia para que se desarrolle y expanda su autoridad moral y tenga credibilidad. Tome la iniciativa con valentía para conseguir que sucedan cosas buenas. Muestre empatía con el mundo de su jefe, sus preocupaciones, objetivos y modo de pensar... también, con la cultura y el mercado, y luego, tome esas iniciativas. Recuerde, una vez más, que está totalmente prohibido hablar mal de nada. Sea paciente y perseverante, y su influencia se ampliará. Los aspectos prácticos de los resultados convertirán al cínico. Esto es el liderazgo: recuerde que es una elección, no un cargo." (pp. 166-167)

▶️ "Nada destruye más rápido la confianza que hacer una promesa y no mantenerla. A la inversa, nada construye y fortalece más la confianza que cumplir una promesa que se ha hecho." (p. 193)  "Igual que la confianza es la clave de todas las organizaciones, también es el pegamento que las mantiene unidas. Es el cemento que une los ladrillos... la confianza es el fruto de la confiabilidad tanto de las personas como de las organizaciones." (p. 170)

"Así como la confianza emana de la confiabilidad, la confiabilidad emana del carácter y la competencia. Cuando se desarrolla tanto una confiabilidad como un carácter fuertes, el fruto es la sabiduría y el criterio, los cimientos de todo logro y confianza grandes y duraderos." (p. 172)

▶️ "La adquisición del octavo hábito constituye un proceso secuencial de adentro hacia fuera. Como cualquier hábito, es una combinación de actitud, habilidad y conocimiento... Los cuatro roles del liderazgo representan un liderazgo y una influencia que constituyen una tercera alternativa. Le proporcionan conocimiento de los principios del liderazgo transformacional." (p. 241-242)

▶️"El octavo hábito proporciona la actitud y el conjunto de habilidades necesarias para poder buscar constantemente el potencial de las personas. Es el tipo de liderazgo que transmite a las personas su valía y su potencial tan claramente que éstas llegan a verlos en ellas mismas. Para conseguir esto, debemos escuchar a la gente. Debemos implicarla y reafirmarla constantemente con nuestras palabras y con los cuatro roles del liderazgo": (p. 304)
  1. Modelado (individual y de equipo): El modelado inspira confianza sin esperarla. Cuando la gente vive según los principios del octavo hábito, la confianza florece; la confianza nace sólo de la confiabilidad. 
  2. Encontrar caminos: Cuando la gente identifica y se implica en las decisiones estratégicas, se conectan emocionalmente.
  3. Alineamiento: Alinear estructuras, sistemas y procesos es una forma de promover el espíritu de confianza, la visión y el empoderamiento. El alineamiento produce autoridad moral institucionalizada.
  4. Empoderamiento (*): Es el fruto de los otros tres roles, libera el potencial humano sin motivación externa y genera autoridad moral cultural.



In memoriam
Stephen R. Covey



(*):  Se sustituyó la palabra facultamiento utilizada en la versión española del libro por empoderamiento, al considerarse que brinda mucho más fuerza a la acción motivadora expresada por Stephen Covey. Esa liberación del potencial humano permite, al mismo tiempo, aprovechar al máximo las oportunidades del entorno para desarrollar un liderazgo personal transformador.


9 de marzo de 2015

Los Quijotes de la RSE





"Don Qujiote soy, y mi profesión la de andante caballería. 
Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. 
Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, 
y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. 
¿Es eso, de tonto y mentecato?"

Don Quijote de La Mancha
Miguel de Cervantes Saavedra 


Iniciamos nuestro post de hoy preguntándonos ¿tiene algún parecido nuestra realidad como promotores de responsabilidad social con el permanente quehacer y andanzas de Don Quijote?, ¿es que acaso no debemos enfrentar a diario nuevos obstáculos que, cual molinos de viento, nos cierran el paso por los caminos de la RSE, luchando contra su olvido, cansancio y/o agotamiento?

Con este objetivo en mente retomamos una de las discusiones más profundas dentro del entorno de la responsabilidad social durante el pasado año: ¿Estamos o no a las puertas de la desaparición de la responsabilidad social como concepto y fuerza motivadora de nuestras acciones personales, profesionales, empresariales y ciudadanas? ¿o se trata simplemente de su agotamiento?, como bien nos planteaba Perla Puterman en ¿Se agotó la RSE?, insistiéndonos en la necesidad de entender que la esencia de la responsabilidad social está en sumaRSE y no restaRSE para obtener mejores resultados, eliminando por completo la idea muy extendida de que ésta es sólo caridad, filantropía o una oportunidad para dar lo que sobra a fin de año.


Somos del criterio, y estamos totalmente convencidos de ello aunque nos tilden de Quijotes, de que no se trata de agotamiento, de cansancio o de estar considerando que la responsabilidad social ha sido una tendencia de moda más que próximamente será sustituida por otra, se trata más bien de mantener presente que la atención primaria de las cosas está en el origen, en las causas de los problemas y que cuando hablamos de responsabilidad social debemos ser consistentes con nuestro discurso, haciendo que nuestros pensamientos, palabras y acciones coincidan plenamente... La clave para seguir adelante está en lograr integrar estos tres aspectos y convertirlos en nuestro norte, en hacerlos parte integrante del día a día, dentro de una visión mucho más amplia, incorporándola de manera efectiva en nuestras propias agendas personales y en las de la alta dirección como un concepto medular del ADN corporativo y de la estrategia empresarial, asumiéndola como una cuestión cultural, un modo de actuar y de entender la interrelación de la empresa con un entorno cada vez más exigente, en el que ya no se rinden cuentas única y exclusivamente a los accionistas, sino que deben tomarse decisiones de consenso con todos nuestros stakeholders dentro de un nuevo marco basado en el manejo integral de las relaciones humanas, orientando esfuerzos hacia la adopción de metas empresariales compatibles con los tres vértices del desarrollo sostenible: valor social, valor económico y valor medioambiental.

Con base en ello, destacamos algunas frases que durante 2014 generaron, porqué no decirlo, algunas confrontaciones entre diferentes actores de nuestra comunidad virtual, las cuales consideramos de gran interés para replantearnos el futuro de la responsabilidad social:


"Si las empresas omiten aspectos relevantes para los grupos de interés, si no tienen puntos de vista críticos en sus informes de sostenibilidad, si no integran la sostenibilidad en su modelo de negocios, si dicen una cosa y hacen otra, si no reportan su contribución al bien común, ¿son carencias de la RSE o de su implementación por parte de las empresas? ¿Si la RSE no es parte del modelo de negocio de la empresa, es eso culpa de la RSE?"

Diciembre 2013

"Es difícil que la responsabilidad social avance si los gobiernos son indiferentes, si la sociedad civil se desentiende, si las empresas responsables no informan, si los consumidores no se enteran o si se enteran no actúan en correspondencia, si los medios no se interesan por el tema, si los grandes compradores se desentienden de su cadena de valor, si los mercados financieros no penalizan a las irresponsables y benefician a las responsables."

Noviembre 2014

"Es hora de hacer balance y de hacerlo abiertamente, abordando la cuestión nuclear: ¿Está sirviendo la RSE para transformar la cultura interna de la empresa, integrando en su gestión una visión amplia de sus impactos y sus responsabilidades para con la sociedad? ¿O por el contrario y en el fondo, todo está siendo un gigantesco engaño para hacer marketing social y buscar simplemente mejorar la reputación corporativa?"

"Hoy debo decir que estoy bastante decepcionado. La confusión conceptual entre RSE y acción social es general y, desgraciadamente, no para de crecer; la difusión social de la idea sigue siendo muy baja en la población, y sigue habiendo una formación insuficiente y una baja concienciación en los dirigentes de las empresas. Muchas buenas prácticas de RSE conviven en la misma empresa con vulneraciones flagrantes de legislación laboral o social. Se están haciendo rutinarias las actividades de RSE, hasta el punto de subcontratar la elaboración de las memorias. La implantación de esta cultura empresarial no ha pasado la barrera de las grandes compañías (y no de todas) a la mediana y pequeña empresa. No hay RSE en las Administraciones Públicas, y el discurso político favorable a la empresa sostenible brilla por su ausencia."

Ramón Jáuregui 
Más leyes para una verdadera RSE 
Noviembre 2014
"La moralina ha ganado la batalla de manera aplastante en una buena parte de la responsabilidad social. No es posible abanderar altos valores éticos perteneciendo a grupos o colectivos en los que se práctica el sectarismo, se crean células con ánimo pandillero para influenciar negativamente a terceras organizaciones, se miente y manipula con descaro o se utilizan medios de organizaciones sin ánimo de lucro o asociaciones para enriquecerse o hacer negocios lucrativos utilizando la información disponible, no obstante, es algo habitual, y en este sector funciona como lo hace en aquellos otros que mencionaba al principio del artículo. Aún así, es posible y deseable que gracias a este aire regenerador que comienza a soplar las cosas vayan cambiando. Se puede engañar a todo el mundo una vez y a muchos algunas veces, pero lo que no se puede es engañar a todo el mundo todas las veces. Las influencias hay que ejercerlas de forma positiva, es cuestión de sentido común, los adalides de las influencias negativas nunca han terminado por triunfar en sus cometidos porque nadie quiere estar continuamente recibiendo impactos biliares del prójimo por muy amigo que lo considere."
"La sociedad necesita que las organizaciones sean socialmente responsables, pero desafortunadamente será un proceso más lento del que sería deseable, debido al panorama en el que incomprensiblemente nos encontramos." 

"... esté dormida, aletargada, en reposo, anestesiada o en penitencia o lo que sea, hay que hacer algo para rescatar el significado de la RSE, y ese algo depende de nosotros, cuando digo nosotros, no solo me refiero a ustedes y a mí, me refiero a todos aquellos que de una u otra forma tenemos un rol en el tema, bien sea como consumidores, como empresarios, como consultores, proveedores, clientes o simples ciudadanos. Y termino con lo dicho por (José) Almagro, “debemos ser capaces de resetearnos y de resetear las empresas y las instituciones. Sin responsabilidad social no hay futuro.”

Cerramos nuestra reflexión de hoy con las palabras de dos grandes referentes de la responsabilidad social: Sus Santidades los Papas Juan Pablo II (1920-2005) y Francisco, en su condición de máximos líderes de la Iglesia Católica:





3 de marzo de 2015

Café Responsable: Compartiendo con Alejandro Roca




El café, sin lugar a dudas, es mucho más que una bebida, es el acompañante por excelencia en nuestra rutina diaria, formando parte integral de nuestra cultura, tradiciones y actividades. Desde muy temprano compartimos las primeras horas del día acompañados de una taza de café aromático, humeante y espumoso, para luego volver a encontrarlo en la oficina, en las reuniones del día y en cualquier momento propicio para compartir con amigos, sin contar las ocasiones en que la omnipresente taza de café es el compañero ideal frente al computador. Compartir un café es sinónimo de disfrutar un momento agradable, de intercambiar ideas, proyectos e iniciativas o de hacer un alto para la reflexión y el descanso. ¿Cómo lo tomamos?, realmente no hay limitaciones ya que podemos escoger entre cualquiera de las innumerables variedades y estilos disponibles en la región, desde el guayoyo venezolano, el tinto colombiano, el americano, marrón, con leche, mokaccino, el barraquito, el porteño y la lágrima argentinos o el clásico expresso, entre otros. En Café Responsable logramos que Alejandro Roca, nuevo Director Ejecutivo del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE) y viejo amigo de la casa, olvidara su tradicional infusión de mate para compartir con nosotros una taza de café mientras conversamos sobre responsabilidad social. 


Luis Carapaica (LC):  Dicen que el buen hijo siempre regresa a casa y tu caso no es la excepción. Tras una pausa de cuatro años retornas a IARSE, que siempre ha sido tu hogar y tu escuela, asumiendo la Dirección Ejecutiva en un momento coyuntural de muchos retos, exigencias y hasta cuestionamientos para la responsabilidad social, tanto a nivel global como en América Latina. Cuéntanos un poco sobre los nuevos planes y proyectos que traes para el fortalecimiento de la responsabilidad social empresarial (RSE), el liderazgo responsable y la construcción de una mejor sociedad, mucho mas justa e inclusiva. Dentro de éstos se encuentra el de la Universidad IARSE, ¿qué nos puedes adelantar al respecto?

Alejandro Roca (AR): Muchas gracias Luis por compartir este Café Responsable. Desde el IARSE estaremos concentrando muchos esfuerzos este año en dar el impulso inicial a la Universidad IARSE. Este anuncio, que ha suscitado numerosas consultas por parte de nuestros públicos de interés, debe ser aclarado: nos referimos más a un concepto que a un espacio "físico" de dictado de clases. La Universidad IARSE pretende ser un compendio sistematizado y organizado de actividades, módulos de capacitación, materiales formativos para diferentes stakeholders (escuelas, colegios, universidades, empresas, ONG), espacios para la discusión sectorial de problemas y soluciones; herramientas de gestión más específicas, etc. Y si bien estamos recorriendo los primeros pasos de esta propuesta, podemos asegurarles que será encarada con toda la seriedad, compromiso académico y capacidad de innovación que tiene el Instituto. Sin ir más lejos, ya hay una serie de publicaciones nuevas en la "cocina", sobre las cuales informaremos oportunamente por diferentes canales y espacios institucionales. 



LC: ¿Cómo se ha venido asumiendo la RSE desde las empresas y, en especial, desde las organizaciones promotoras como el IARSE, tanto en la Argentina como en la región?, ¿podemos realmente considerar que ya forma parte integrante del ADN corporativo y de la estrategia empresarial?

AR: Se ha avanzando enormemente en la instalación de la importancia del concepto de la RSE y la gestión sustentable a nivel de las empresas en los últimos doce años. El esfuerzo ha sido enorme y, afortunadamente, se contó con algún financiamiento externo que permitiera impulsar los primeros años de trabajo del Instituto. Mirando retrospectivamente, en comparación con los primeros años de existencia del IARSE donde – al menos en Argentina - la base de conocimiento de las empresas sobre el tema era prácticamente nula, ¡el avance es notable! Como dato, ya hay más de 200 empresas argentinas que han creado estructuras específicas dentro de sus organizaciones (otrora inexistentes) para el abordaje y gestión de los temas de RSE y sustentabilidad. Esto era algo inexistente e inimaginable algún tiempo atrás.

De todos modos, creo que aún no podemos considerar que forme parte del ADN corporativo y de la estrategia en la mayoría de las empresas. Hay algunas compañías líderes que sí se han adherido a la gestión sustentable como elemento central y diferenciador de su estrategia, pero el gran conjunto de las compañías existentes en Argentina aún se encuentra en estadios iniciales en el asunto y tienen mucho camino por andar. 

LC: En el caso de las pequeñas y medianas empresas, ¿cómo visualizas su papel como agentes facilitadores del cambio?, ¿qué les recomendarías para adoptar practicas socialmente responsables?

Quiero ser muy claro en relación a este punto. No existe manera alguna de universalizar las buenas prácticas de gestión sustentable y responsable sin involucrar a las pequeñas y medianas empresas de nuestras naciones. Al menos en Argentina, y creo que los guarismos son similares en otros países de la región, las PyMES concentran más del 85 a 90% del empleo que se genera. Por consiguiente, son ESENCIALES para facilitar los cambios, e involucrar a sus empleados y funcionarios en procesos de cambio. 

Muchas veces, incluso, es más fácil adoptar compromisos hacia la sostenibilidad desde una Pyme que en una gran empresa, puesto que los procesos de toma de decisiones son mucho más sencillos e inmediatos, concentrados en las pocas personas que normalmente dirigen la operación de esa empresa.

¿Qué les recomendaría? Ante todo, capacitarse en el tema. Capacitar a los dueños y titulares de Pymes sobre estos temas es vital para alcanzar escala. Y hoy existe mucha oferta disponible en el tema, a costos accesibles. Asimismo, creo que es importante que las Pymes sean proactivas en vincularse con otras empresas para buscar alianzas y programas comunes. Por caso, aquellas que son proveedoras de las grandes empresas deben ser mucho más activas e insistentes, deben intentar alinearse mostrando un diferencial que las cualifique a los ojos de terceros.

Otra recomendación: sobre todo las Pymes deben pensar acciones y programas acordes a su escala de negociointrínsecamente vinculados con el core business. En la medida que lo hagan, mejorarán su competitividad y optimizarán recursos, algo clave en una empresa de menor tamaño.

LC: Si bien la RSE en América Latina ha tenido avances muy importantes y significativos, ¿qué nos queda aún pendiente por hacer a nivel de las organizaciones promotoras?, ¿dónde debemos reforzar nuestras acciones para lograr el desarrollo sostenible, la integración y cohesión social que tanto necesitamos en nuestros países?

AR:  Coincido en que ha habido avances significativos en los últimos años, pero el tamaño de los desafíos es cada vez mayor.

Como promotores de la RSE, las organizaciones debemos propender cada vez más a operar como nexos para el diálogo y la búsqueda de soluciones a nivel intersectorial. De nada servirán los esfuerzos individuales o sectoriales de las empresas, si no hay correlación y acompañamiento por parte de otros actores de nuestras sociedades. El Estado y las ONGs, por ejemplo. Pero también me refiero a los sindicatos, la prensa y los medios de comunicación, las universidades, los consumidores, etc.

El desafío del desarrollo sustentable es de todos y cada uno de nosotros. Nadie puede ni debe hacerse el distraído, o mirar para el costado.  Si no entendemos que las soluciones al cambio climático, la pobreza, la inclusión social y económica de muchas más personas al sistema como un imperativo ineludible (puesto que es insustentable el actual esquema de exclusión), la movilidad sustentable en las ciudades, el respeto a la diversidad, y tantos otros etcéteras que vienen del conjunto social y no de un sector en particular, vamos por mal camino. Allí tenemos un enorme campo de trabajo: difícil, trabajoso, cuyos resultados se verán probablemente de aquí a muchos años. Pero es necesario recorrer dicho camino.

Probablemente los brasileros nos llevan una enorme distancia – en este punto - a las demás entidades promotoras, por la importancia y capacidad de impacto que tiene el Instituto Ethos sobre la agenda de otros sectores. 

LC: Durante los últimos meses hemos seguido muy de cerca una muy profunda discusión sobre el papel que debe asumir la responsabilidad social de cara a los nuevos retos y exigencias que plantea el entorno. ¿Consideras que estamos o no a las puertas de la desaparición de la responsabilidad social como concepto y fuerza motivadora de nuestras acciones personales, profesionales, empresariales y ciudadanas? ¿o se trata simplemente de su agotamiento?, como lo planteaba Perla Puterman en ¿Se agotó la RSE?, insistiéndonos en la necesidad de entender que la esencia de la responsabilidad social está en SumaRSE y no RestaRSE para obtener mejores resultados.

AR: Estoy en desacuerdo con esa premisa. No creo que el concepto de la responsabilidad rocial esté a las puertas de la desaparición, como se afirma. Todo lo contrario, creo que veremos mucho avance e innovación en estos ámbitos en los próximos años. Probablemente bajo el nombre de sustentabilidad o gestión sustentable, pero este paradigma estará cada vez más en la esencia de la toma de decisiones empresariales de los próximos años. El crecimiento del Sistema B y de todo lo que tenga que ver con las empresas B, es una prueba fehaciente de ello. 

Asimismo, creo que varios stakeholders están cada vez más preparados para exigir de las empresas y de sus gobiernos conductas sustentables en el tiempo. Y coincido con Perla en que la esencia de la responsabilidad social está en SumaRSE con otros, aliarse, pensar soluciones conjuntas, innovar con otros y diferenciarse a partir de esos progresos.

LC: Alejandro, ¿cómo ves el futuro de la Norma ISO 26000, de los reportes de sostenibilidad bajo los nuevos estándares del GRI y la nueva arquitectura de compromiso empresarial del Pacto Global de Naciones Unidas (UNGC) de cara al 2020?

Creo que el aporte de la Norma ISO 26000 ha estado dado por brindar un marco teórico y conceptual único al tema, fruto de un proceso que incluyó discusiones y miradas de diferentes públicos de interés a lo largo y a lo ancho del planeta. Ello constituye un gran valor, que no debemos desaprovechar. También coincido en que no fuera una norma certificable, por la cantidad de variables y multiplicidad de áreas que abarca una gestión responsable del negocio.

En cuanto a los nuevos estándares del GRI, creo que aún hay mucho por innovar en materia de Reporting. Aquellas empresas que rompan esquemas pre-existentes en cuanto a soportes y formatos de sus reportes; que sean innovadoras para comunicarse con sus stakeholders e involucrarlos (tanto en sus logros como en sus fracasos y desafíos pendientes), harán una gran diferencia con el resto.  En mi opinión, el futuro de los reportes está dado en que serán, cada vez más, la carta de presentación en sociedad de una empresa. Serán claves para captar nuevos clientes; o mantener los contratos con grandes compañías de las que una PyME sea proveedora; o la carta de acceso a nuevos mercados para las que quieran exportar sus productos, por ejemplo.

Como comunicador, estoy convencido de que veremos significativos avances en el tema de la comunicación responsable y sustentable de parte de las empresas y otros actores sociales. De hecho, ya estoy compilando muchos ejemplos y buenas prácticas para un Taller de Comunicación de la RS&S que se ofrecerá desde el IARSE en varios países de Latinoamérica, durante 2015. Desde ya que cualquier aporte de tus lectores en la materia, será más que bienvenido. Sólo las empresas que entienden el valor de la innovación podrán crecer y, sobre todo, DIFERENCIARSE.

LC:  ¿Qué características consideras que debe tener un líder socialmente responsable?

Podría resumirlas en las siguientes: 

   Coherencia entre el discurso y la práctica
   Vocación de innovar 
   Conocimiento del tema y vocación de aprender
   Capacidad de construir alianzas con otros
   Habilidades comunicacionales 
   Transparencia y humildad


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