Una de nuestras primeras entradas en Gerencia y Cambio Organizacional la dedicábamos al enfoque desarrollado por Graham Wilson en “Making Change Happen” ("La Dirección del Cambio en la Empresa”), sobre cómo abordar con éxito el proceso de cambio en las organizaciones de cara a los nuevos retos y exigencias de un entorno mucho más competitivo, insistiendo en la necesidad de que la organización se mantenga permanentemente en movimiento, evolucionando para poder sobrevivir en un mundo cambiante que no le garantiza ningún estado sólido seguro; que sea capaz de estar consciente de lo que ocurre a su alrededor, de escuchar a sus clientes, observar a sus competidores y de evaluar todos los detalles y particularidades de los mercados, traduciendo todo ello en nuevas formas de actuar de manera innovadora que le permitan responder adecuadamente a los cambios.
Wilson nos plantea como alternativa la conformación de equipos de trabajo “automotivados” que desarrollen un nuevo tipo de liderazgo participativo, de apoyo a la Alta Dirección, con una actitud proactiva para asumir el cambio, creando el medio ambiente apropiado para orientar al talento humano hacia la consolidación de las metas y objetivos corporativos. La idea central es propiciar liderazgos naturales para la toma de decisiones en aquellos aspectos críticos de la organización, sin tener que recurrir a un equipo externo, bajo un enfoque de autoevaluación permanente sustentado en la interacción de ideas, personas y tareas para el desarrollo de los diferentes roles de los miembros del equipo.
La coordinación de estos equipos de trabajo es, en sí misma, la primera demostración de liderazgo natural para asumir el cambio, por cuanto será el Coordinador quien tenga bajo su cargo la responsabilidad de que el equipo logre sus objetivos; su rol implica esfuerzos significativos de planificación y coordinación, de equilibrar los recursos, ejercer influencia dentro y fuera del equipo para consolidar los apoyos necesarios, manteniéndolo actualizado en nuevas técnicas, herramientas y buenas prácticas de gestión para la resolución de problemas, al tiempo que debe fortalecer su motivación y estímulo para el desarrollo de sus actividades. Adicionalmente, Wilson considera como características indispensables de un buen coordinador para los equipos de trabajo automotivados, las siguientes:
La coordinación de estos equipos de trabajo es, en sí misma, la primera demostración de liderazgo natural para asumir el cambio, por cuanto será el Coordinador quien tenga bajo su cargo la responsabilidad de que el equipo logre sus objetivos; su rol implica esfuerzos significativos de planificación y coordinación, de equilibrar los recursos, ejercer influencia dentro y fuera del equipo para consolidar los apoyos necesarios, manteniéndolo actualizado en nuevas técnicas, herramientas y buenas prácticas de gestión para la resolución de problemas, al tiempo que debe fortalecer su motivación y estímulo para el desarrollo de sus actividades. Adicionalmente, Wilson considera como características indispensables de un buen coordinador para los equipos de trabajo automotivados, las siguientes:
- Actitud positiva y proactiva hacia los cambios dentro de la organización.
- Interés en motivar el cambio.
- Estilo de liderazgo de apoyo, colaborativo, que no sea altamente directivo.
- Experiencia en la dirección de equipos, motivador y conciliador, con habilidades para la negociación y resolución de los problemas inherentes a la gestión del cambio organizacional.
A pesar de que las ideas desarrolladas por Graham Wilson en “Making Change Happen” se remontan a la década de los noventa, su enfoque no ha perdido vigencia, adelantándose a las características del entorno actual de negocios con su visión de la “nueva organización”, mucho más flexible, rápida y funcional para asumir los nuevos retos, en donde se requieren cambios profundos en las actitudes y conducta de sus líderes y de todo el talento humano que la conforman. En la actualidad, las empresas requieren ir más allá del cumplimiento de sus metas y objetivos financieros, de rentabilidad, de mercado y de sus obligaciones legales, adoptando esquemas de responsabilidad social empresarial que les permitan integrar efectivamente su cadena de valor, fomentando una dimensión diferente de sus relaciones con los grupos de interés; lo que necesariamente implica un enfoque de visión compartida, de integración del talento humano con sus principios rectores y la estrategia corporativa, haciendo de ellos un proceso continuo que forma parte del día a día de la organización.
Making Change Happen: A Step-By-Step Guide.
Pitman Publishing (Financial Times), 1993, 240 p.
ISBN-13: 978-0273602590
2 comentarios:
Al leer este post, interesante por demás, recordé, por una parte a los denominádos Círculos de Calidad y por otro a la labor fundamental del Coatching ontológico empresarial; pues ambos casos remiten a la escucha atenta de ese mundo interior y hasta exterior (efecto Topo) que permita conocer, promover y estimular cambios y el emerger de las mejores conductas o capacidades en los grupos de interés. Así todos integrados, remar con fuerza y optimismo hacia el logro de los objetivos organizacionales, personales y sociales.
Enhorabuena por su blog señor Luis Manuel, lo he descubierto hace poco y es toda una mina de información acerca de temas digitales y empresariales. Yo desde mi bitacora www.marketingempresariales.blogspot.com intento hablar de marketing y nuevas tecnologías.
Un saludo tiene un lector más.
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