3 de marzo de 2015

Café Responsable: Compartiendo con Alejandro Roca




El café, sin lugar a dudas, es mucho más que una bebida, es el acompañante por excelencia en nuestra rutina diaria, formando parte integral de nuestra cultura, tradiciones y actividades. Desde muy temprano compartimos las primeras horas del día acompañados de una taza de café aromático, humeante y espumoso, para luego volver a encontrarlo en la oficina, en las reuniones del día y en cualquier momento propicio para compartir con amigos, sin contar las ocasiones en que la omnipresente taza de café es el compañero ideal frente al computador. Compartir un café es sinónimo de disfrutar un momento agradable, de intercambiar ideas, proyectos e iniciativas o de hacer un alto para la reflexión y el descanso. ¿Cómo lo tomamos?, realmente no hay limitaciones ya que podemos escoger entre cualquiera de las innumerables variedades y estilos disponibles en la región, desde el guayoyo venezolano, el tinto colombiano, el americano, marrón, con leche, mokaccino, el barraquito, el porteño y la lágrima argentinos o el clásico expresso, entre otros. En Café Responsable logramos que Alejandro Roca, nuevo Director Ejecutivo del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE) y viejo amigo de la casa, olvidara su tradicional infusión de mate para compartir con nosotros una taza de café mientras conversamos sobre responsabilidad social. 


Luis Carapaica (LC):  Dicen que el buen hijo siempre regresa a casa y tu caso no es la excepción. Tras una pausa de cuatro años retornas a IARSE, que siempre ha sido tu hogar y tu escuela, asumiendo la Dirección Ejecutiva en un momento coyuntural de muchos retos, exigencias y hasta cuestionamientos para la responsabilidad social, tanto a nivel global como en América Latina. Cuéntanos un poco sobre los nuevos planes y proyectos que traes para el fortalecimiento de la responsabilidad social empresarial (RSE), el liderazgo responsable y la construcción de una mejor sociedad, mucho mas justa e inclusiva. Dentro de éstos se encuentra el de la Universidad IARSE, ¿qué nos puedes adelantar al respecto?

Alejandro Roca (AR): Muchas gracias Luis por compartir este Café Responsable. Desde el IARSE estaremos concentrando muchos esfuerzos este año en dar el impulso inicial a la Universidad IARSE. Este anuncio, que ha suscitado numerosas consultas por parte de nuestros públicos de interés, debe ser aclarado: nos referimos más a un concepto que a un espacio "físico" de dictado de clases. La Universidad IARSE pretende ser un compendio sistematizado y organizado de actividades, módulos de capacitación, materiales formativos para diferentes stakeholders (escuelas, colegios, universidades, empresas, ONG), espacios para la discusión sectorial de problemas y soluciones; herramientas de gestión más específicas, etc. Y si bien estamos recorriendo los primeros pasos de esta propuesta, podemos asegurarles que será encarada con toda la seriedad, compromiso académico y capacidad de innovación que tiene el Instituto. Sin ir más lejos, ya hay una serie de publicaciones nuevas en la "cocina", sobre las cuales informaremos oportunamente por diferentes canales y espacios institucionales. 



LC: ¿Cómo se ha venido asumiendo la RSE desde las empresas y, en especial, desde las organizaciones promotoras como el IARSE, tanto en la Argentina como en la región?, ¿podemos realmente considerar que ya forma parte integrante del ADN corporativo y de la estrategia empresarial?

AR: Se ha avanzando enormemente en la instalación de la importancia del concepto de la RSE y la gestión sustentable a nivel de las empresas en los últimos doce años. El esfuerzo ha sido enorme y, afortunadamente, se contó con algún financiamiento externo que permitiera impulsar los primeros años de trabajo del Instituto. Mirando retrospectivamente, en comparación con los primeros años de existencia del IARSE donde – al menos en Argentina - la base de conocimiento de las empresas sobre el tema era prácticamente nula, ¡el avance es notable! Como dato, ya hay más de 200 empresas argentinas que han creado estructuras específicas dentro de sus organizaciones (otrora inexistentes) para el abordaje y gestión de los temas de RSE y sustentabilidad. Esto era algo inexistente e inimaginable algún tiempo atrás.

De todos modos, creo que aún no podemos considerar que forme parte del ADN corporativo y de la estrategia en la mayoría de las empresas. Hay algunas compañías líderes que sí se han adherido a la gestión sustentable como elemento central y diferenciador de su estrategia, pero el gran conjunto de las compañías existentes en Argentina aún se encuentra en estadios iniciales en el asunto y tienen mucho camino por andar. 

LC: En el caso de las pequeñas y medianas empresas, ¿cómo visualizas su papel como agentes facilitadores del cambio?, ¿qué les recomendarías para adoptar practicas socialmente responsables?

Quiero ser muy claro en relación a este punto. No existe manera alguna de universalizar las buenas prácticas de gestión sustentable y responsable sin involucrar a las pequeñas y medianas empresas de nuestras naciones. Al menos en Argentina, y creo que los guarismos son similares en otros países de la región, las PyMES concentran más del 85 a 90% del empleo que se genera. Por consiguiente, son ESENCIALES para facilitar los cambios, e involucrar a sus empleados y funcionarios en procesos de cambio. 

Muchas veces, incluso, es más fácil adoptar compromisos hacia la sostenibilidad desde una Pyme que en una gran empresa, puesto que los procesos de toma de decisiones son mucho más sencillos e inmediatos, concentrados en las pocas personas que normalmente dirigen la operación de esa empresa.

¿Qué les recomendaría? Ante todo, capacitarse en el tema. Capacitar a los dueños y titulares de Pymes sobre estos temas es vital para alcanzar escala. Y hoy existe mucha oferta disponible en el tema, a costos accesibles. Asimismo, creo que es importante que las Pymes sean proactivas en vincularse con otras empresas para buscar alianzas y programas comunes. Por caso, aquellas que son proveedoras de las grandes empresas deben ser mucho más activas e insistentes, deben intentar alinearse mostrando un diferencial que las cualifique a los ojos de terceros.

Otra recomendación: sobre todo las Pymes deben pensar acciones y programas acordes a su escala de negociointrínsecamente vinculados con el core business. En la medida que lo hagan, mejorarán su competitividad y optimizarán recursos, algo clave en una empresa de menor tamaño.

LC: Si bien la RSE en América Latina ha tenido avances muy importantes y significativos, ¿qué nos queda aún pendiente por hacer a nivel de las organizaciones promotoras?, ¿dónde debemos reforzar nuestras acciones para lograr el desarrollo sostenible, la integración y cohesión social que tanto necesitamos en nuestros países?

AR:  Coincido en que ha habido avances significativos en los últimos años, pero el tamaño de los desafíos es cada vez mayor.

Como promotores de la RSE, las organizaciones debemos propender cada vez más a operar como nexos para el diálogo y la búsqueda de soluciones a nivel intersectorial. De nada servirán los esfuerzos individuales o sectoriales de las empresas, si no hay correlación y acompañamiento por parte de otros actores de nuestras sociedades. El Estado y las ONGs, por ejemplo. Pero también me refiero a los sindicatos, la prensa y los medios de comunicación, las universidades, los consumidores, etc.

El desafío del desarrollo sustentable es de todos y cada uno de nosotros. Nadie puede ni debe hacerse el distraído, o mirar para el costado.  Si no entendemos que las soluciones al cambio climático, la pobreza, la inclusión social y económica de muchas más personas al sistema como un imperativo ineludible (puesto que es insustentable el actual esquema de exclusión), la movilidad sustentable en las ciudades, el respeto a la diversidad, y tantos otros etcéteras que vienen del conjunto social y no de un sector en particular, vamos por mal camino. Allí tenemos un enorme campo de trabajo: difícil, trabajoso, cuyos resultados se verán probablemente de aquí a muchos años. Pero es necesario recorrer dicho camino.

Probablemente los brasileros nos llevan una enorme distancia – en este punto - a las demás entidades promotoras, por la importancia y capacidad de impacto que tiene el Instituto Ethos sobre la agenda de otros sectores. 

LC: Durante los últimos meses hemos seguido muy de cerca una muy profunda discusión sobre el papel que debe asumir la responsabilidad social de cara a los nuevos retos y exigencias que plantea el entorno. ¿Consideras que estamos o no a las puertas de la desaparición de la responsabilidad social como concepto y fuerza motivadora de nuestras acciones personales, profesionales, empresariales y ciudadanas? ¿o se trata simplemente de su agotamiento?, como lo planteaba Perla Puterman en ¿Se agotó la RSE?, insistiéndonos en la necesidad de entender que la esencia de la responsabilidad social está en SumaRSE y no RestaRSE para obtener mejores resultados.

AR: Estoy en desacuerdo con esa premisa. No creo que el concepto de la responsabilidad rocial esté a las puertas de la desaparición, como se afirma. Todo lo contrario, creo que veremos mucho avance e innovación en estos ámbitos en los próximos años. Probablemente bajo el nombre de sustentabilidad o gestión sustentable, pero este paradigma estará cada vez más en la esencia de la toma de decisiones empresariales de los próximos años. El crecimiento del Sistema B y de todo lo que tenga que ver con las empresas B, es una prueba fehaciente de ello. 

Asimismo, creo que varios stakeholders están cada vez más preparados para exigir de las empresas y de sus gobiernos conductas sustentables en el tiempo. Y coincido con Perla en que la esencia de la responsabilidad social está en SumaRSE con otros, aliarse, pensar soluciones conjuntas, innovar con otros y diferenciarse a partir de esos progresos.

LC: Alejandro, ¿cómo ves el futuro de la Norma ISO 26000, de los reportes de sostenibilidad bajo los nuevos estándares del GRI y la nueva arquitectura de compromiso empresarial del Pacto Global de Naciones Unidas (UNGC) de cara al 2020?

Creo que el aporte de la Norma ISO 26000 ha estado dado por brindar un marco teórico y conceptual único al tema, fruto de un proceso que incluyó discusiones y miradas de diferentes públicos de interés a lo largo y a lo ancho del planeta. Ello constituye un gran valor, que no debemos desaprovechar. También coincido en que no fuera una norma certificable, por la cantidad de variables y multiplicidad de áreas que abarca una gestión responsable del negocio.

En cuanto a los nuevos estándares del GRI, creo que aún hay mucho por innovar en materia de Reporting. Aquellas empresas que rompan esquemas pre-existentes en cuanto a soportes y formatos de sus reportes; que sean innovadoras para comunicarse con sus stakeholders e involucrarlos (tanto en sus logros como en sus fracasos y desafíos pendientes), harán una gran diferencia con el resto.  En mi opinión, el futuro de los reportes está dado en que serán, cada vez más, la carta de presentación en sociedad de una empresa. Serán claves para captar nuevos clientes; o mantener los contratos con grandes compañías de las que una PyME sea proveedora; o la carta de acceso a nuevos mercados para las que quieran exportar sus productos, por ejemplo.

Como comunicador, estoy convencido de que veremos significativos avances en el tema de la comunicación responsable y sustentable de parte de las empresas y otros actores sociales. De hecho, ya estoy compilando muchos ejemplos y buenas prácticas para un Taller de Comunicación de la RS&S que se ofrecerá desde el IARSE en varios países de Latinoamérica, durante 2015. Desde ya que cualquier aporte de tus lectores en la materia, será más que bienvenido. Sólo las empresas que entienden el valor de la innovación podrán crecer y, sobre todo, DIFERENCIARSE.

LC:  ¿Qué características consideras que debe tener un líder socialmente responsable?

Podría resumirlas en las siguientes: 

   Coherencia entre el discurso y la práctica
   Vocación de innovar 
   Conocimiento del tema y vocación de aprender
   Capacidad de construir alianzas con otros
   Habilidades comunicacionales 
   Transparencia y humildad


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojala todas las charlas de café que se entablan en cada rincón de nuestro país, tengan ese grado de profundidad y compromiso como lo demostraron Uds... Adelante!
Carlos Dalmasso

Luis Manuel Carapaica Gil dijo...

Gracias por tus palabras Carlos.

Esa es precisamente la razón de Café Responsable, poder disponer de un espacio para el encuentro, para el diálogo y, porqué no decirlo, para el choque de opiniones que permitan aportar nuestro granito de arena en la construcción de una mejor sociedad, mucho más humana, justa y responsable…

¡Saludos y un gran abrazo!!

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