Diseñar para durar: de Braun a Apple y la lenta erosión de la innovación
y lo que parece haber olvidado
En un entorno empresarial dominado por la eficiencia, la escala y la optimización, el diseño corre el riesgo de perder su dimensión ética. Y esto no va solo de Apple: va de cómo una empresa puede dejar de significar, incluso mientras crece, optimiza y mejora sus resultados.
Cuando el diseño es responsabilidad
Dieter Rams
Dieter Rams no diseñaba objetos para ser admirados, sino para ser usados durante años sin cansar. Su célebre principio, “Weniger, aber besser” (menos, pero mejor), no era un eslogan, era una advertencia.
- Ser honesto.
- Ser discreto.
- Ser útil.
- No dominar al usuario.
- Resistir el paso del tiempo.
Jonathan (Jony) Ive y Apple:
el minimalismo convertido en experiencia
Dieter Rams & Jony Ive
Décadas después, Jony Ive llevó esa ética a otro territorio. Ya no se trataba solo de objetos físicos, sino de ecosistemas completos. Hardware, software, interfaz, empaques, tiendas, gestos, rituales, toda una cultura.
Apple no solo diseñó productos; diseñó experiencias coherentes, donde todo parecía responder a una misma lógica silenciosa.
El minimalismo de Ive no era frío ni distante. Era emocional.
Donde Rams diseñaba para desaparecer, Ive diseñaba para conectar.
Ese mismo principio lo analizamos en nuestro artículo sobre las Apple Store, en donde señalábamos cómo el espacio comercial deja de ser un lugar de venta para convertirse en una experiencia casi museística, limpia, abierta y sin fricción: “El diseño no está para impresionar, sino para guiar sin ser notado”
(Apple Store: el arte invisible del diseño, GCO Estrategia & Negocios). Allí, como en los productos, nada sobra. Nada distrae. Nada interrumpe.
El punto de inflexión: cuando la eficiencia comienza a superar a la visión
Sin embargo, el diseño - como la innovación - no vive aislado. Depende de la cultura que lo protege.
Tras la muerte de Steve Jobs, Apple entró en una nueva etapa. Tim Cook ha sido, sin discusión, un CEO extraordinario: eficiente, estratégico, impecable en la ejecución, brillante en la generación de valor y en la gestión de una de las cadenas de suministro más complejas del planeta.
La crítica no es gerencial. Es estratégica y cultural.
Apple no dejó de diseñar bien.
Apple dejó de arriesgar desde el diseño.
La innovación se volvió incremental.
El diseño, progresivamente, pasó de ser motor de visión a ser variable optimizada.
Donde Rams diseñaba para desaparecer, Ive diseñaba para conectar.
(Apple Store: el arte invisible del diseño, GCO Estrategia & Negocios). Allí, como en los productos, nada sobra. Nada distrae. Nada interrumpe.
Apple dejó de arriesgar desde el diseño.
La innovación se volvió incremental.
El diseño, progresivamente, pasó de ser motor de visión a ser variable optimizada.
La prioridad se desplazó hacia el rendimiento, la utilidad, el margen, la escala. El equilibrio, tan delicado, entre innovación y capitalización comenzó a inclinarse hacia un solo lado y en empresas como Apple, ese tipo de desplazamiento no se manifiesta de forma abrupta ni dramática. Ocurre de manera gradual, casi imperceptible, como una erosión silenciosa.
Cuando el diseño deja de ser pregunta
Rams entendía el diseño como una pregunta abierta.
Ive lo entendía como una conversación constante.
Hoy, Apple parece haberlo convertido en una respuesta cerrada. Funciona. Vende. Escala. Optimiza. Pero inspira menos. Sorprende menos. Arriesga menos.
Ive lo entendía como una conversación constante.
El diseño, entonces, ya no lidera... ¡acompaña!
No es casual que Ive haya optado por fundar su propia firma de diseño, recuperando autonomía creativa y sentido de propósito, ni que hoy explore nuevas fronteras junto a OpenAI, precisamente uno de los actores que más claramente está redefiniendo la relación entre tecnología, experiencia y humanidad. Tampoco es menor el simbolismo de que uno de sus principales respaldos - tanto moral como financiero - sea precisamente Laurene Powell Jobs, viuda de Steve Jobs. Más que una anécdota, es un gesto cargado de significado: el legado creativo de Apple parece hoy buscar continuidad fuera de la propia Apple.Eliminar lo superfluo para que lo esencial respire.
Diseñar para durar no es solo una decisión formal. Es una decisión estratégica.
- Claridad funcional absoluta.
- Rechazo del ornamento innecesario.
- Coherencia visual sostenida en el tiempo.
- Diseño que no compite con el usuario.
- Estética que envejece bien.
- Diseñan sistemas, no productos aislados.
- El diseño es parte de la cultura, no un departamento.
- Menos opciones, pero mejores decisiones (priorización de portafolio y enfoque estratégico).
- La experiencia es tan importante como la función.
- El silencio visual como ventaja competitiva.
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